Ya está aquí el iOS7

Publicada en lanoticiaimparcial.com

El iOS es la esencia del iPhone, el iPad ye l iPod touch, con apps que permiten hacer tus cosas del día a día y descubrir unas cuantas nuevas. Todo de forma fácil, intuitiva y divertida. Sus prestaciones son tan útiles que muchísimas personas están encantadas con estas. Desde el miércoles 19 está disponible la actualización al nuevo iOS7 de Apple, una interfaz con varias mejoras y funciones, cambios a los que los usuarios aún se están acostumbrando. Para algunos un problema, para otros un reto. Ya ha comenzado el cambio de sistema operativo para unos 700 millones de aparatos Apple. Unos días después, más de la mitad ya se había cambiado al iOS7, lo que da una idea, sobre todo, de la fidelidad simpar de los clientes de esta empresa. La renovación no es una necesidad perentoria, pero, en una semana, la mayoría ya funcionará con el nuevo sistema, aunque tiene sus pros y sus contras. Cada renovación del sistema operativo de Apple pide un tiempo de adaptación, de aprendizaje. Lo que hoy molesta, en menos de una semana se puede asumir con naturalidad como si se llevase usando siempre así. Aun así, hay algunos aspectos con los que ya se tiene la sensación de haber mejorado y otros que promueven la nostalgia hacia el viejo iOS6.

El iOS7 nació con el objetivo de mejorar algo que para muchas personas ya era espectacular. De lograr que fuera más simple, más útil y más agradable, pero que también resultase familiar para alguien que lo usase por primera vez.

La simplicidad suele asociarse con el minimalismo. Pero la verdadera simplicidad es mucho más que la ausencia de desorden o adornos. Es dar la solución adecuada en el lugar y el momento justos. Es dar sentido a la complejidad. Es hacer que las cosas funcionen sin más. Es tener algo en la mano por primera vez y saber cómo usarlo. Eso es la simplicidad.

Que la tecnología se adapte perfectamente al usuario ocurre solo cuando un producto está realmente bien diseñado, es decir, cuando no tienes que adaptarte a la tecnología porque es la tecnología la que se adapta a ti. Entonces conectas con ese producto. De repente, se convierte en mucho más que un simple dispositivo, iOS7 provoca esa conexión. La manera de interactuar es dinámica, las animaciones parecen reales y todo fluye de una forma tan sorprendente como natural. Con la app del Tiempo ves que el granizo rebota en el texto, la niebla cubre por momentos la pantalla y el resplandor de los rayos anuncia la tormenta, consultar el tiempo en iOS7 es como asomarse a la ventana.

Las distintas capas funcionales ayudan a crear una sensación de profundidad y también a establecer un orden y una jerarquía. El efecto translúcido permite poner en contexto todo lo que haces. Y las nuevas animaciones y movimientos hacen que hasta las tareas más sencillas resulten amenas.

Uno de los detalles que pareció escapársele a Apple fue un problema de seguridad que permitía ingresar en el sistema multitarea, acceder a las fotografías e incluso compartirlas en las redes sociales. Ya se anunció una actualización que soluciona ese y otros errores, mientras aquí dejo la noticia de un soldado español que burló la seguridad del iOS7:

“Un soldado destinado en las Islas Canarias ha descubierto un importante fallo de seguridad que permite burlar la pantalla de bloqueo mediante código de iOS7. El soldado José Rodríguez ha descubierto este fallo y ha compartido un vídeo en YouTube para demostrarlo. No se trata de un problema menor, puesto que a pesar de que el iPhone 5S permite desbloquear el terminal mediante huella dactilar, es el único. Varios dispositivos de Apple permiten actualizar a iOS7, como el iPhone 4, el iPhone 4S, el iPad mini, el iPad 2 o todos los iPads con retina display. Todos ellos serían vulnerables a este fallo. Cualquiera puede explotar el fallo deslizando la pantalla de bloqueo para acceder al centro de control y después al reloj. Manteniendo el botón ‘sleep’ del teléfono aparece la opción de apagarlo deslizando. Sin embargo, el atacante también puede dar a cancelar y hacer doble clic en el botón de inicio para entrar en la pantalla multitarea del teléfono. Eso permite acceder a su cámara y fotos, además de compartirlas con las cuentas del usuario, como Twitter y Facebook, o enviarla por email.”

Y ahora, lo mejor y lo peor del iOS7:

* Lo mejor:

El centro de control. Aparece arrastrando la persiana inferior hacia arriba. Incluir algo como la posibilidad de convertir el flash en una linterna es práctico y no necesita de muchos pasos. Lo mismo sucede con la calculadora o el control de brillo, un ajuste muy usado cuando apenas queda batería.

Fotografía. Da gusto hacerlas y guardarlas. Además de hacer fotos cuadradas, incluyen ocho filtros que funcionan en tiempo real. Es como un nuevo pasatiempo, sacar el móvil y ver cómo quedaría una imagen con cada uno de los retoques antes de tomar la imagen. La demora entre una y otra apenas se percibe; no es que dispare en ráfaga, pero sí se nota más ligero el obturador. Las fotos se guardan con un orden más lógico: por fechas y lugares. Las fotos y los vídeos están en un álbum cada una.

Actualizaciones invisibles. Un alivio. Ya no aparece el icono de la AppStore con un número marcando la cantidad de programas que se deben actualizar. Pasa sin más. Resulta cómodo y lógico. ¿Por qué no se ha hecho antes? Otro acierto es poder crear una lista de aplicaciones deseadas. Así los amigos las pueden regalar o usarla como lista de la compra.

Safari. El navegador aprovecha mejor la pantalla, carga las páginas con agilidad y se organiza mejor. El acceso para mandar por correo, tuitear o compartir en Facebook es más cómodo. La gestión de pestañas con animaciones le da un toque moderno y agradable.

* Lo peor:

Visualización. Se supone que todo es más limpio, hay más espacios en blanco, pero a la vez la ausencia de contraste impide la correcta visualización. De fondo y objeto. La nueva tipografía es más fina, pero blanco sobre negro y con trazos sin serifa. El problema llega a la hora de escribir un correo, la aplicación nativa de Apple, ya lo tiene. Poco a poco, se irá imponiendo a medida que actualicen su software. Sí, usted no es el único que se tiene que acercar el móvil a la cara de cuando en cuando.

Las notificaciones. Son más discretas y cobran importancia, pero no controlo Twitter, por ejemplo. En teoría solo quiero que me avise si alguien me cita. En la práctica no deja de sugerirme contenido y actualizaciones de contactos que no he pedido. El hecho de incluir tres pestañas dentro de notificaciones (hoy, todo y no visto) puede hacer que mensajes importantes se pierdan. Hace falta una manera de priorizar. La idea inicial es buena, pero no termina de gestionar información abundante.

Fondo y forma. El diseño ‘plano’ es una de las novedades más notables, pero tanta ausencia de relieve puede resultar confusa en algunos momentos, sobre todo en las carpetas de aplicaciones no se distingue bien el fondo de las aplis.

Estas son mis aplis. El kiosco de Apple, iTunes, notas y recordatorios son aplicaciones que incluye Apple por defecto. También el Facetime, el equivalente a Skype, pero propio. Lo mismo que sus mapas, la brújula, la consulta de la bolsa… Son prácticas y se agradecen, pero no que tengan tanto protagonismo. De hecho no se pueden desinstalar. Una opción para quitarles importancia es crear una carpeta y anidarlas juntas.

Siri. Ha mejorado la comprensión, pero sigo sin encontrarle demasiado sentido. Es probable que sea una de esas opciones que tienen más uso en inglés que en español.

AppStore. Tiene sentido que destaquen las aplicaciones mejoradas para iOS7, pero ¿no tendrían que adaptarse todas? A Android se le critica por su fragmentación, pero resulta extraño que muchas vayan a llevar doble vida: versión antigua para usuarios que no se pueden actualizar a iOS 7 y versión nueva para los privilegiados.

Dentro de unas semanas, parte de las quejas se habrán olvidado, y los fallos subsanado. Apple continuará con pequeñas actualizaciones para reparar defectos que se van descubriendo.

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