Así se trabaja en algunos hospitales

Publicada en lanoticiaimparcial.com

En términos generales en un hospital público, el trabajo realizado deja mucho que desear a causa del escaso personal sanitario. Por motivos económicos la atención a los enfermos es muy deficiente; y cada vez va a ir a peor dado que el gobierno reduce cada vez más el gasto en la sanidad pública. En una planta de mucha carga de trabajo como pueden ser neurología y medicina interna, normalmente éste lo tienen que realizar dos enfermeras y dos auxiliares, con lo cual es imposible poder atender debidamente a todos los enfermos (en una planta suele haber unos 28 enfermos, repartiéndose la planta mitad y mitad), empezando por los aseos, llamadas de urgencias (coloquialmente, timbres), hacer curas, dar comidas a personas que no se valen por si mismas, cambios posturales…

Un enfermo tiene que ser atendido en un muy poco tiempo y por poco personal, tanto enfermeras como auxiliares y celadores trabajan a destajo para intentar realizar su cometido de manera correcta, dentro de su jornada laboral para no dejar tareas pendientes que perjudiquen a sus compañeros del turno siguiente.

Debido al escaso personal, la mala organización en un hospital se ve reflejada en la atención a los pacientes, muchas veces ni siquiera da tiempo a levantar a los enfermos, el aseo no se hace de una manera correcta, pero al fin y al cabo lo que cuenta es que el trabajo se lleve a cabo, bien o mal, pero que salga adelante.

Mientras que el personal cada vez es más reducido los pacientes siguen aumentando en número. Unos de los recursos que se emplean para cada vez contratar a menos personal sanitario son:

* El cierre de plantas, esto conlleva que los pacientes de las plantas que se han cerrado sean trasladados a plantas no especializadas, con lo cual los trabajadores desconocen la manera de tratar a estos enfermos. Asimismo esto sobrelleva que haya una sobrecarga de pacientes, ocasionando que las instalaciones resulten insuficientes puesto que las habitaciones suelen estar habilitadas para dos pacientes, no para más. Se instalan camas supletorias, con lo cual estos pacientes no disponen ni de armario propio, ni de mesita para comer, ni mucho menos cosas tan imprescindibles como son las tomas de oxigeno y las tomas de aspiración. Normalmente el espacio es reducido, pues bien, cuando se añaden aún más pacientes llega a tal extremo como en el de que si hubiera una parada no se podría acceder a la habitación con el carro de paradas.

* También existe un personal llamado retén cuyas funciones pueden ser varias, ayudar en plantas en las que se necesite, o cubrir puestos descubiertos (ausencia de uno de los trabajadores), el problema es que apenas hay personal contratado en el retén, esto conlleva que cuando hay un descubierto en una planta, no se cubre con personal contratado para tales efectos, sino que se saca personal de otra planta.

* En un futuro próximo se prevé que una forma más de ahorrarse trabajadores pudiera ser la de unificar las áreas sanitarias, logrando con esto que no solo haya movilidad de personal de una planta a otra, sino que también de un hospital a otro.

Otro tema que no pasa desapercibido es el del material empleado por los sanitarios para la atención del paciente. El personal de la planta se queja de la escasez y de la calidad de estos materiales, cada vez son peores dado que son sustituidos por otros de menor calidad para ahorrar en presupuesto. Los guantes son peores, así como esponjas, empapadores, pañales, tratamiento para la prevención de escaras etc.

Finalmente desde Sanidad hacen hincapié en la calidad, la seguridad, la higiene y la prevención de infecciones; mientras que los sanitarios, por el exceso de trabajo y el mínimo personal, no pueden cumplir estos objetivos ya que la sobrecarga de pacientes hace que se haga todo más deprisa, lo que conlleva el riesgo de que los trabajadores cometan errores.

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